Advertencia: la información es poder
Era como si la ignorancia presidiera dentro de sus cabezas. Como si el cráneo embruteciera sus acciones con cada palabra que escupían a través de sus máquinas perceptivas del sabor. No podía creer a lo que había llegado la humanidad. Basando sus pensamientos en porque aquel lo dijo, sin buscar evidencia que fundamentara cada gota de “sabiduría” que recogían en los periódicos y en las calles. “Se nota que no leíste las noticias”, como el excremento de los caballos, cada palabra caía desde un orificio pequeño que se expandía a medida que se contraían los músculos bucales. “¿Quién escribe la noticia? O más bien, ¿quién escribe para desmentirla?” Todo lo que lees tiende a nacer de un granito de falsedad. Cuando éste florece en nuestra aceptación, ocurre una muerte cerebral. Entonces, el cráneo viste de luto, especialmente cuando se trata de resucitar el cuestionamiento a la autoridad. “¿De qué tú hablas nene?”, gritaba la empleada de la cafetería. “Parece que é...