Advertencia: la información es poder
Era
como si la ignorancia presidiera dentro de sus cabezas. Como si el cráneo
embruteciera sus acciones con cada palabra que escupían a través de sus
máquinas perceptivas del sabor. No podía creer a lo que había llegado la
humanidad. Basando sus pensamientos en porque aquel lo dijo, sin buscar
evidencia que fundamentara cada gota de “sabiduría” que recogían en los
periódicos y en las calles.
“Se nota que no
leíste las noticias”, como el excremento de los caballos, cada palabra caía
desde un orificio pequeño que se expandía a medida que se contraían los
músculos bucales.
“¿Quién escribe la
noticia? O más bien, ¿quién escribe para desmentirla?”
Todo
lo que lees tiende a nacer de un granito de falsedad. Cuando éste florece en
nuestra aceptación, ocurre una muerte cerebral. Entonces, el cráneo viste de
luto, especialmente cuando se trata de resucitar el cuestionamiento a la
autoridad.
“¿De qué tú hablas
nene?”, gritaba la empleada de la cafetería. “Parece que éste se está volviendo
loco”, y entre carcajadas buscaba la aceptación del público que observaba su
obra teatral.
La
locura es sana porque no permite el contagio sistemático del Estado, sino que destruye
el cliché de la vida construido en tu subconsciente. Ante la cordura del confort presiento que pudiera nacer una
revolución de ideas entre sueños, y nunca poder recuperarlos. Sería como
nacer para servir y nunca servir para re(nacer). En esta oposición es que
precisamente podríamos desenmascarar la posibilidad de sobrevivir en este
espacio.
Mientras me retiro de la panadería,
solo consigo reflexionar cómo ha decaído la información en nuestra sociedad. Ahora
lees, escuchas y percibes y no buscas
entender, cuestionar o impedir que una opinión sirva de fundamento para
controlar tu espacio mental.
La
información es poder, y el poder controla la información, especialmente la
información masiva, difundida ante todos(as) sin escape o protección.
“Me despido, advirtiendo
que te has ahogado visualmente ante recreaciones ficticias estratégicamente planificadas
para una sociedad consumidora. Cuando decidas flotar y cerrar los ojos me
puedes buscar.”
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