4 letras
Hace años que no te escribía.
Te estaba huyendo, como si fuera posible
escapar de los rayos del sol. Como si existiera la posibilidad de respirar y
tragar agua a la misma vez.
Me encontraste arropado de ideas
pasajeras debajo de un manto de estrellas. Me cobijaba de la realidad, antes de
que llegaras.
Y cuando al fin me percato que estas,
llegas y te vas. Te maldigo porque jamás
serás. Y vuelves coqueteando con mis paisajes.
Eres tan amarga como lamer una herida y
tan insoportable como una lágrima atascada en una mejilla.
Culeca y dulzona. Revives mis triunfos y
derrotas.
¡Pero qué bien te camuflajeas!
Bailas con el cántico de los
acostumbrados. Me sonríes y me besas, sin que nadie te vea.
Y que estúpido me veo: "Que inútil
sentimiento comprender este comportamiento".
Te escriben porque existes y no te ven.
Igual que la fe; con innumerables razones para nadar en tu contra.
¿Por qué desilusionas?
4 letras vestidas de esperanza y temor.
No vuelvo a adorarte.
Te encierro sin llave para que nunca te encuentren.
Por ser intrépida, te sentencio a una vida en el olvido. Tan escondida que ni
en mi inconsciente andarás.
Tan imprecisa como un terremoto. Tan
interesante como un amanecer. Tan ambigua como fallecer.
Así se siente estar envuelto en tu
maquillaje de gaveta; 4 letras para entender.
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