Carta para usted, Querido señor
Querido señor,
Sé
que le tengo en el olvido.
Hace
unos meses que no le escribo. Le confieso que he estado ocupado, enfocado en
aspectos relacionados a mi crecimiento personal y profesional. Pero esto no le resta
importancia a la atención que usted se merece. Por lo tanto, le debo por lo
menos una carta.
No
me he cansado de luchar. Por el contrario, continuo mi doctorado como objeto de
la esperanza que representa mi profesión, para mejorar la percepción de las
personas que lo miran con deseos de alejarse cada día un poco más de su
presencia.
Sin
embargo, estamos los que (aún en tiempos de dificultad económica y social)
continuamos pensando que un cambio es necesario y no existe nadie más que pueda
realizarlo que nosotros mismos. No me olvido de usted durante las noches, pues
sueño constantemente con regresar a sus orillas y disfrutar del aroma del café que
crece en sus montañas. Aprecio su bondad ya que nos brinda razones para amarlo y
considerar lo que se nos escapa: la perseverancia continua hacia una lucha eterna.
Pues
contamos con un batallón de personas profesionales, que muchos son estudiantes,
pocos amigos y familiares. Pero le aseguro que muchos somos soñadores, varios músicos
y/o cantantes, maestros, padres, madres…todos con ganas de lograr un mayor
impacto pero sin tener claro por dónde comenzar.
Yo
apuesto a que usted necesita recordar la capacidad que nosotros, como fuerza
laboral y sujetos de personalidad humilde, poseemos en nuestros corazones. Y
aunque las paredes cada vez sean más pequeñas, y se tranquen las oportunidades,
crearemos nuevos amaneceres en el horizonte de nuestras vidas. Y por lo
imposible que aparente verse vivir en su costado, en su norte, sur, este u
oeste, encontraremos nuestros compas en lo que más deseamos: promover una mejor
calidad de vida para todos.
Porque
consideramos la pertinencia de la salud, el impacto de la violencia, la necesidad
que existe por un mejor modelo educativo, la creación de auto-empleos y el
trabajo comunitario. Y a la misma vez buscamos otorgar nuevas experiencias a
los que han jurado que estas oportunidades nunca existirán para ellos(as). Pues
brindaremos esperanzas a los que compran su pasaje para que no se monten en el avión
y se queden luchando.
Porque
usted señor posee una multiplicidad de bellezas que son indescriptibles ante la
presencia del ojo turista, quienes en ocasiones han jurado no volver a su nación
porque han preferido vivir en paz en su vecindario.
Porque
entiendo que el poder que surge de las ganas de obtener algo más allá de lo que
nos han brindado, es un poder infinito que no para de brillar ante los ojos de
un borincano.
Porque
poseemos la herramienta más hermosa que nos hayan regalado desde nuestro
nacimiento: la capacidad de pensar y utilizar nuestro conocimiento para
construir un mejor patio y vecindario.
Porque
usted todo nos ha dado: alimento, casa, amigos, familia, viento, sonrisas, brisas,
lluvia, fiesta, amor y nunca nos ha pedido nada a cambio.
Creo
que me hacía falta el amor que ahora poseo. Ha llegado una dama a mi vida que
ha despertado mi sentir nuevamente, y no pienso dejarlo desamparado. Su población
en aumento representa el mismo verdor que llevan consigo las ceibas de cientos
de años. Y por esto lo amo, y le entrego todo mi ser, sin pensar por un momento
que dejar de sembrar es inútil, cuando el futuro está amenazado por tantos misterios
y supuestos adelantos.
Usted,
Borikén, Puerto Rico, Isla del Encanto, no es culpable de lo que nosotros los
humanos hemos hecho en su patio. Aunque nuestro pensamiento nos traicione por
la influencia de los noticiarios, seguiremos estudiando y luchando para un
mejor vecindario. Pues habemos los que sabemos que construiremos un mejor
huerto para sus montañas y varios nidos para sus crías y animalitos que se
alimentan de nuestras llanuras.
Si
usted me brinda un atardecer hermoso por el resto de mis días, yo le prometo
que no pasará un día en donde me levante sin tener las ganas de seguir
luchando. En su nombre, patria mía, porque ha sido mi padre, madre y guardián,
por otorgarme tantas oportunidades y tantas amistades y existir en un mundo tan
confuso, pero representado por personas tan humildes y trabajadoras.
Por usted,
yo me quedo luchando, reafirmo mi esfuerzo y continuo soñando con lo que será
(y lo aseguro) un cambio que impactará todas nuestras vidas de forma positiva.
Así
lo recuerdo, así lo confirmo, así lo comparto.
Comentarios
Publicar un comentario