Primer Capítulo - La muerte del búho {Parte II de III}
"iTierra triste! iPueblo triste! La agonía de esta tierra es un ay que lame el cielo, salpicando las estrellas con la sangre de su grito. iTierra triste! Sacrificio de una tierra que se cuaja en cruel tormento, agua y tierra que se funden en angustia para un pueblo." -René Marqués-
(Continuación de la Parte I: Pre-ambulo - La Muerte del búho)
Sin palabras ni pensamientos, el búho comienza a descifrar su propia muerte.
La preparación educativa en el
país se ha ido deteriorando. Los salones de clases ofrecen un espacio que se obstruye
con cada palabra seleccionada por el estudiantado. Las ganas de enseñar se van
decayendo a medida que el instructor se percata de que las ganas de aprender se
van extinguiendo.
La tecnología no se implementa a favor del saber, sino que
funciona como el motor principal del entretenimiento virtual. Las redes
sociales representan la falta de socialización que existe en el entorno
laboral, familiar, escolar, en fin, en todas las relaciones que no se dan y las
miradas que se obvian al enfocarse en la pantalla del celular.
"La existencia de aparatos
humanoides atenta contra nuestras vidas. Nos destruyen y engendran violencia injustificada.
Y pensar que se destruyen a ellos mismos. Su capacidad de razonar aún no los ha
convertido en una especie superior a la nuestra."
Su mirada no se
distraía por ningún motivo. Mientras continuaban las luchas internas en la
cabeza del búho, este continuaba enfocando su mirada en las páginas bañadas de
conocimiento.
Se destruye la capacidad de crear
un mejor futuro, de soñar con un proyecto de vida y de nunca rendirnos. Existen
y se crean miles de excusas para promover el sedentarismo y la uniformidad del
pensamiento. Socializar bajo cordura se ha convertido en mayor disparate que
salir desnudo a la calle. Las drogas, el alcohol, las influencias, la baja
autoestima, la facilidad de convencimiento ante una decisión, la falta y el
exceso de dinero, la vida y la muerte.
Todo ha perdido sentido. Todo ha perdido
cordura. No porque haya ganado la locura significa que la creatividad vaya a mejorar
la situación. Si quejarnos constantemente lograra algún cambio seríamos el
primer país en haber colonizado otro planeta. No lo digo por exagerar la
posibilidad de lograr un viaje aeroespacial hacia otro universo, sino porque no
se realiza que invertir de tu tiempo en un proyecto ofrece esperanza.
Atado a cada tecla
plasmada en cada página blanca el búho comienza a meditar. No entiende porque
se molesta con leer cada palabra. Nadie le ha insultado. Pero reconoce el poder
de tanta información. Nadie le ha causado daño físico. Pero siente el peligro
de seguir leyendo.
“Continúo porque prefiero poder
elegir lo que voy a creer, que no poder creer la realidad que hemos elegido.”
Memoria a corto plazo. La mayoría
de los ciudadanos de mi país sufren de esta enfermedad; a medida que pasa el
tiempo las cosas que suelen cobrar importancia son aquellas que realmente no
afectan nuestras vidas. Esto sucede mientras el gobierno, los medios de
comunicación en masa y los burócratas abusan del acostumbrado ¡Ay, bendito! que fluye por la sangre de
la mente del colonizado.
El trabajo no existe. Existe la
necesidad de recibir un pago a cambio de unos servicios prestados. Se distingue
la persona que reconozca los valores que recupera de su inversión en la
creación de algún producto o en el ofrecimiento de un servicio. Esto en parte
por la invención de la moneda.
La moneda ha sustituido al
trueque. Ahora todos podemos representar cantidades monetarias, fácilmente
descartables, reemplazables y totalmente destructibles. Se habla de simpatía,
de tolerancia y solidaridad. Se actúa con egoísmo, engaño y maldad.
El escrito termina en la Parte III titulada: Capítulos finales– La llegada
del dólar
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