Capítulos Finales - La llegada del dólar {Parte III}
"Un soldado que lucha por un sueldo no
pelea igual a uno que lucha por un ideal."
- Calle 13-
En la distancia se
asoma un dólar caminante. Este luce su $ímbolo a la luz de una estrella roja
que ilumina la noche. Sus ojeras cuentan historias de traición y decepción. Estas
no le permiten sonreír ante la presencia del búho. Se mantiene erguido gracias
a sus dos pies absurdamente gigantes, en comparación a su débil y pequeña
figura. Su voz ruge con un clamor que aparenta ensordecer la lectura del búho.
“Mercados, industrias, negocios,
naciones, gobiernos, escuelas, hospitales, cárceles, bancos, sociedades,
individuos. Todos me adoran. Todos me necesitan. Les ofrezco una libertad
provisional que se recupera con la adquisición continua de mi figura. Yo soy
poder, yo soy estatus, yo soy alimento y bebida. Sin poder no hay nada en la
vida. Todo es accesible si me utilizas.”
Inquieto y
concentrado, el búho intentaba de ignorar los comentarios emitidos por el
dólar. La lectura continuaba con tal fluidez que no se podía distinguir entre las
oraciones y los párrafos que llevaban a una nueva página.El dólar parecía estar
perdido entre la maleza que rodeaba el árbol donde yacía el ave. Su monologo no
había culminado. Tenía que mostrarle su importancia a la criatura lectora.
“Me piden en los semáforos, en
las carreteras, en los barrios y en las aceras, en nombre de dios, para equipos
deportivos, para clases graduandas, para alcohol y drogas, por amor y por odio,
para salvar vidas y para exterminarlas. En nombre de la ley, en nombre del
hombre, sin distinción de género, sexo, orientación, religión o cultura. Yo ofrezco
la razón al “¿por qué?” que los/as
devora diariamente y controlo la verdad que lees, que escuchas, que sientes,
que gustas, que olfateas y que tocas.”
Con cada aliento que
tomaba el dólar, se deslizaban varias gotas rojas, desde la estrella ubicada en
el cielo, hasta las dos figuras presentes en el bosque. La estrella lloraba
dolor y pasión. Sus lágrimas rojizas acariciaban las plumas coloridas del búho,
y bañaban la ignorancia pintada en la cara del dólar.
“Búho, ¡escúchame! Ese libro que
lees contiene información perturbada por autores(as) enajenados. Pensamientos
ignorados para ignorantes curiosos que aparentan buscar algo más de lo que yo
les he dado.”
El tono del dólar
intensificaba. El búho seguía inmerso en su libro, sin notar las palabras del
dólar o las gotas que bañaban sus plumas coloridas.
“Ese libro…yo mismo lo produzco y
yo mismo lo reciclo. Reutilizo su inversión inicial para generar más copias de
mi verdoso cuerpo. IN GOD WE TRUST -
te limita la razón; destruye la acción de leer un libro cuando te percatas que
lo has consumido. El fin sigue siendo el mismo. Podrías disfrazarlo, casi
vendiéndome una idea de que provee educación, fantasía, alimentación, escape,
aventuras, letras, escrituras, poesía, ensayos, diversión, reflexión. Todo se
traduce en dólar(es).”
“Desde hace siglos existe un nuevo
orden mundial. Este ha sido aprobado por EL. Este ha sido impreso en mi
espalda.”
Culmina el monologo. El
dólar luce complacido. El búho ha detenido su lectura.
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