Viviendo en "crisis"




"La idea que Puerto Rico es el país con la mejor situación económica del Caribe quedó en el pasado. Hoy, pueblos hermanos como San Vicente y las Granadinas, Barbados, Antigua y Barbuda, Trinidad y Tobago y Bahamas tienen un ingreso per cápita mayor que el de Puerto Rico. Pero, a pesar de ello, muchos siguen pensando que vivimos en el mejor de los mundos posibles. Hemos vivido pasivamente la fragmentación social y política del país con una consecuente y preocupante pérdida de confianza mutua y capital social. Esto, sin darnos cuenta, nos ha llevado gradualmente a perder el propósito unitario de país." - William Miranda Marín -


Es difícil tener sentido comunitario cuando enfrentamos una economía en “crisis”. Y digo difícil, porque no es imposible. Y digo “crisis” porque es relativa dependiendo del nido en donde hayas nacido.

“Si disecamos nuestras protestas podremos adentrarnos en nuestras libertades.”

No se puede mal entender que el desempeño óptimo depende de todos, pues comienza en la capacidad que identificamos y las ganas de tener algo especial. Más que una analogía, se presta este deseo de tener más y más que nadie para que las personas piensen que nunca es suficiente con ser humano. Se quieren tener y comprar a ellos mismos. Se quieren enamorar sin tener que pasar por el sufrimiento. Quieren ganar sin sacrificios, especialmente cuando  los sacrificios suelen ser la mejor manera de vivir.

En ocasiones, si caminas hacia el lado contrario, suele ser porque has identificado que el camino se ha diversificado. No podrás permitir que te detenga el miedo. No podrás abundar en tus capacidades limitantes, y despertarás y aprenderás lo que conlleva educarse: que es opcional y no dependiente de ninguna institución educativa. De lo que conlleva comenzar a de-construir las imposiciones que hemos aceptado sin razón, porque el razonamiento mismo tiende a fallar cuando el mercado no tiene dueño o cuando el dueño no tiene seguidores. Por ejemplo:

 “Lo que me mantiene siendo pesimista con mis acciones y sumamente riguroso con mis decisiones es el optimismo de que todos están siendo igual de rigurosos en sus acciones.”

 Pienso que podría existir alguien que quiera ser el mejor cocinero, que se lo crea, lo intente y lo sea. Esto es porque suelo soñar con que todos somos igual de luchadores, aún en ocasiones cuando el petty cash  no nos da para una cerveza. Y presiento que las oportunidades ya no se crean por casualidades, especialmente cuando tenemos la esperanza de que existe una realidad alterna a la que vivimos diariamente.

Y podremos intoxicarnos algunos días, y desperdiciar algunas horas, pero los pocos minutos que restan despiertan conglomerados de segundos que cuentan siglos de aventuras.

            Por eso reviso la “crisis” como la presentan y la edito con nuevas propuestas. En la valentía no existe la crisis. En la esperanza no existe la crisis. En el amor no hay crisis. En armonía vivimos en crisis: desde la mala alimentación hasta la compasión y el servicio comunitario, desde la pésima distribución de fondos económicos hasta aceptar el reto de ser emprendedor, por las peores decisiones que podremos tomar hasta que triunfamos en nuestras vidas, desde lo que te venden por ser una colonia hasta lo que se siente ser puertorriqueño…

Digo que sin “CRIsis” no existe la  comida CRIolla… con “CRIsis” reaparece el CRIstianismo, como ejemplo de servicio y no necesariamente como religión, surgen nuevas ideas y rompen sus CRIsálidas y somos mejores en la  CRIanza de nuestros hijos. Sin “criSIS” el SIStema no despierta…pero los SISmos avivan nuestras olas y disfrutamos más del mar… SIStematizamos nuestras precauciones y poco a poco olvidamos nuestros miedos.

Si de CRISIS se trata, que llegue el apocalipsis y el fin de todo. Me atrevo a retar al que me diga que esto termina, pues el comienzo de un cambio es lo que nos mantiene inseguros y alertas. Por eso propongo recibir todos los cambios y todas sus inseguridades. Por nuestra cultura (que en paz descanse) y por las artes, la música, la escritura, la educación y las fiestas patronales (que resucitan la cultura), por los que nos quedamos y por los que nos fuimos, por los que luchamos y por los que dormimos, por los que se sienten solos y por los que vivimos con todos…por la creatividad que nace de ella…digo que por todo esto y mucho más no existe mejor momento para ser puertorriqueño, para vivir en este hermoso archipiélago y compartir con sus hermosos ciudadanos. 




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